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Historias de un mundo surreal

Pensamientos

Sangrar como prueba de vida

Sangrar como prueba de vida

Hay momentos en la vida en los que el dolor se convierte en la única prueba de nuestra existencia. Recuerdo una vez cuando, siendo niña, sufrí un accidente mientras andaba en bicicleta. La caída fue brutal, y sentí el ardor inmediato de la piel rasgada y la sangre brotando de mis rodillas. En esos instantes de dolor y confusión, cuando mi mundo se reducía a las palpitaciones de mis heridas, nos damos cuenta de algo fundamental: el sufrimiento nos ancla a la realidad. En medio del dolor, estaba completamente consciente de mi existencia, de cada latido de mi corazón y de cada respiración. Aquella experiencia, aunque traumática, nos enseña que, sangramos para saber que estamos vivos.

En nuestro camino por la vida, enfrentamos diferentes tipos de dolores, tanto emocional como físico. La pérdida de un ser querido es un ejemplo de dolor emocional, nos puede sumergir en una oscuridad profunda. Sentimos que nuestro mundo se puede desmoronar, y que todo lo que nos rodea carece de sentido. Sin embargo, en medio de esa tristeza abrumadora, comprender que la capacidad de sentir tanto dolor es una señal de la profundidad de nuestro amor y de nuestra humanidad. Cada lágrima que derramamos es una prueba de nuestro corazón, aunque herido, sigue latiendo con fuerza. En esos momentos, entendemos que el sufrimiento emocional, al igual que el físico, nos recuerda que estamos vivos, que cada experiencia, buena o mala, es parte del viaje de vivir.

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