Un lugar oscuro, cerrado y en calma.
Un ser frío, calculador, lleno de sombras y terror, busca entrar, busca calor, quiere sentir e intenta abrir.
En su búsqueda intencionada del dolor y sufrimiento, asegura entrar y expandir, logrando sentir su calor interno.
Un espejo que refleja la crueldad sin empatía, cuando duele es cuándo más se adentra sin compasión, porque el dolor motiva, el dolor complace, el dolor genera poder, glorifica su alma que se alimenta y crece en sufrimiento.
Soportamos un daño que nosotros infligimos, porque es parte de nuestra biología, nos volvemos mejores estando juntos, generamos nuestros propios narcóticos. No logramos distinguir nuestro rostro, es el mismo rostro para el placer como para el dolor.
El dolor es bueno y agradable.