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Animales con abstinencia emocional

Animales con abstinencia emocional

Cuando no tienes problemas con el alcohol, actúas como alguien que elige no emborracharse: controlas lo que consumes, te aseguras de insumos digeribles, sabes cuándo parar y reservas los excesos para ocasiones puntuales. Esta analogía se aplica a nuestra bioquímica en general para todos los contextos emocionales.

Estar conectado de forma constante siempre que podamos es como beber alcohol todos los días; al final, todos terminan dependiendo de ello. Salir los fines de semana, beber en exceso y acabar mal ya no es divertido. Nos hace preguntarnos: ¿por qué hacerlo si no es realmente necesario? Así es como funciona el amor; es importante saber amar.

Desconectar
Tener la mente en blanco y sentirnos libres es fundamental; ayuda a enseñarle a nuestro cuerpo que no dependemos de otra persona. Esto evita que la relación se vuelva simbiótica. Nos permite reflexionar sobre nuestros sentimientos y emociones, mantener la claridad en nuestro sistema nervioso, y acostumbrarnos a recibir este tipo de amor sin depender totalmente del otro.

Diversificar
Es sano profundizar en una sola persona, pero también es importante diversificar nuestras actividades. No es necesario conocer nuevas personas para lograrlo. Realizar actividades de manera individual, como escribir, dibujar, hacer deporte, leer, y otras que te permitan conocerte mejor y estar en paz contigo misma, es fundamental. Paradójicamente, pasar tiempo a solas mejora las relaciones con los demás. Al conocerte mejor, puedes ofrecer más a tus relaciones y entorno, y te ayuda a no depender de ellas para tu felicidad.

Riesgo
Estar demasiado pegado a alguien puede marchitar la relación y nuestra propia existencia. En algún punto puede afectarnos de forma negativa. Da lugar a que se pierda la capacidad de desarrollarnos de manera independiente, lo que puede llevar a una pérdida de autonomía y a una erosión de nuestra autoestima.

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